Tuve un amor de aquellos desmedidos, ingenuos e inocentes, primerizos, correspondido y sin precedentes pero…

El por su cuenta aprendió el arte de amar y quiso seguir probando lo que la corta vida nos da: "Experiencia", por tal hecho se marchó; conoció una o dos o tres formas de mirar, de besar, de engañar, de enseñar a leer y cantar algo más allá de lo cotidiano.

Yo por mi cuenta aprendí a siempre decir lo que siento y no todo lo que pienso y quise salir corriendo de este aire que compartimos; sin embargo me quedé a ver su partida y aprendí a dominar eso que llamamos sentimientos. Decidí en esta corta vida hacer todo cuanto pudiera para ser mejor persona. Yo aprendí de sueños y besos. Yo le enseñé a ser quién es en el corazón.

Después su historia es suya.

Después en mi historia sin quererlo querer se atravesaron distracciones esporádicas, aburridas...pero cuando por fin creí que llegaba la persona que me sacaba de lo común, que me hacía reír y sentir nuevamente lo que llamamos emoción, aquél que era diferente en todo a mí ...me tocó la realidad.

Nos besamos, si, nos besamos del modo dulce, del modo suave y con sus pequeños ojos me decía algo, depués nada...quizá lo que no quería ver...


Nuestra pequeña "gran" historia voló...pero sus pequeños y singulares ojos saben hablar y yo por fin los pude interpretar y solo con el sabor a chocoretas me tenía que quedar.


"El tiempo pudo ser nuestro amigo"






En francés o en español...