Mi país
He de recordar los tiempos históricos de mi país, poco, mucho...recuerdo...
He de recordar fechas en las que las horas no transcurrían sentada; sino de pie, frente a miles de personas con sed de justicia, hambre de poder seguir caminando y no gateando...horas de sol, cansancio y con ganas de creer...
He de recordar los años en que caminaba entre uno y otro seguidor de sueños.
He de recordar las caras, los gritos, los anhelos, el sudor, cada quien con su cada cual, gente que por la esperanza no se podía marchar, de un sitio que tampoco podré borrar .
He de recordar que viví en tiempos de muerte, de lágrimas, de soledad, no era la segunda guerra mundial, pero tan lejos no podía estar. Mujeres, niños y hombres a todos por igual, las injusticias no paraban de llegar.
Cortar la expresión, limitarse a callar o extenderse al hablar, cosas burdas, cosas superficiales, total “somos México”, somos un enfoque cerrado, poco o nada, el pueblo no sabe nada.
He de recordar cada instante de desvelo, de un despertar tardío, de un regaño, de un momento de inspiración que me servía para hacer alguna anotación.
He de recordar la fachada de las casas, pobres, vacías y de los más ostentosos lugares, en los que de lejitos todo está bien, la aproximación es mala, nada conveniente.
He de recordar como suben y bajan, el poder y el dinero, pero nunca tan abajo, no tanto, no topan con realidades.
He de recordar, porque siempre hay cosas, que pasan, no trascienden, se acaban, se olvidan, pero solo pocas no se borran, no se vuelan. Se ubican en la mente de los que odian, de los que lloran, de los que sufrieron y claro de los que aman y amarán.