Gracias má

Anochese y hace frío, amanece y sigue haciendo frío; pero dulcemente cubre mis temblorines con la cobija que pesa más de lo que calienta.
No suele decir te quiero; porque es algo que se supone de ante mano lo se; sin embargo se recuesta junto a mi y me hace cosquillas en ese meneo de sus manos fuertes y delicadas y no me deja continuar con mi sueño que no debe pasar de las 8 de la mañana porque el día hay que aprovecharlo para cubrir pendientes, desayunar, platicar, quizá hasta haya tiempo de ver cine mexicano mientras llega la hora de la comida; está bien, me despierto, me levanto, me lavo la cara y la batalla es con mis hermanos, porque ellos duermen más, mucho más, no se les dice que despierten como a mi, eso no es justo diría una y otra ves; sin embargo ya estoy de pié.
Odio la cocina, como quien odia una tarde lluviosa, lleno de lodo y empapado por no encontrar donde atajarse; sin embargo no tarda en decirme que cuando tenga mis propias obligaciones tendré que llevar a mi cargo miles de oficios que resuelvan las penas de los hijos que pueda tener, del marido al que tenga que atender. Por ahora solo sonrío, tengo 20 años. Preparo la mesa y mientras digiero los huevos con jamón, ya me tengo que ir preparando para lavar trastes. Bonito fin de semana.
Por fin terminaron mis ocupaciones de mujer y me toca hacer mis responsabilidades escolares; aunque García Márquez y sus tiempos del cólera siguen a medio camino.
Hace frío y desprende sus brazoz retorcidos de un enojo que suele pasar por las tardes y me aprieta ofreciendo un gesto amoroso, pero no me lo dice, lo hace.
Cansada de papeleos, de quejas, cansada de guisar, de lavar, de ser el médico familiar, de ser la terapeuta continua; sigue y no para, aún cansada no para; es una guerrera, es un roble o una rosa, lee y duerme, maneja y sueña. No hay descanso y me atiende y no para.
LLega la noche y hace frío pero siempre hay unos brazos que me cobijan y calientan tanto como pesan.
Valiente mujer que sabe escojer no que me pondré sino; que limpiaré y que guardaré.
Y me sigue dejando soñar....
Hace frío y dice "Te quiero" es hora de los ojos cerrar, ya nada es igual; pero será mejor!.
A mi mami que es y será el motivo de querer viajar y regresar a mi realidad.